29 de julio de 2010

Democracia de sábanas

Viva la democracia de los sueños: debo decir que tienen un espíritu igualitario que a nuestra conciencia le falta. Es increíble la facilidad con la que a veces se burlan de nuestras prioridades más altas y selectas. 

Juan respiró

“Juan salió de su casa, caminó hasta el kiosco y compró chicles”. Esa es la respuesta concreta a la pregunta concreta de la mamá de Juan: “¿Qué hizo Juan recién?”. Así somos, pensamos y sentimos cuando habitamos el mundo de una manera económica. A no llorar: no está tan mal.

El mismo amor

Amante. —Ella siempre me habla mal de vos. Se queja.

Marido. —De vos me habló una sola vez. Me dijo que la habías confundido, pero que ya se le había pasado.

Amante. —Ah. Y, sin embargo, yo siempre le hablo bien de vos. No sé por qué.

Marido. —Vos nunca me caíste mal tampoco. Pero la vida nos puso en guardia, qué vamos a hacerle.

Dentro de la caja

Una chica baja las escaleras y se mete en el subte. Lleva con ella una caja con seis o siete agujeros en la tapa. Los agujeros están hechos al azar, sin un patrón simétrico que los ordene. A excepción de la caja, nada hay en la chica que merezca ser dicho.

Se la agarraron con el gris

Se la agarraron con el gris, han dicho que el gris es el color aburrido y con ello han decretado su ruina, su infamia. Justo con el gris, que es el color de los topos y de los charcos de las veredas rengas. El color que usan los días cuando tienen ganas de estar callados, el color de los ríos pesados y tranquilos. Casi se podría decir que es el color del tiempo, el gris.